2007. (Dir: Joe Lynch) No esperaba mucho de una secuela de un argumento ya desgastado desde que apareció "The Hills Have Eyes" o "Texas Massacre", es decir, jóvenes que se pierden en cualquier lugar apartado que se topan con una familia deforme y caníbal. Pero realmente esta secuela nos muestra un aire fresco, de un gore más ligero, sin intención de ser serio ni dramático y más bien te deja llevar por el simple entretenimiento. Y es aqui la verdadera fortaleza de esta película del debutante Joe Lynch (que parece un director hiperactivo al estilo Tarantino) donde cada muerte es un verdadero festín de sangre y tripas, siendo la primera muerte (hachazo por la mitad a una chica) una de las mejores en décadas. Incluso tiene uno de los roles protagónicos nada menos que a uno de mis ídolos:Henry Rollins (escuchar por favor "Black Flag" o "Rollins Band"). Buen debut del director, estaremos a la espera de su obra maestra.
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