(1981.Dir: David Cronenberg) Todo un clásico de los inicios del maestro Cronenberg, que nunca ha dejado de hacer este tipo de películas "viscerales" hasta la fecha. Un grupo de personas tiene poderes sobrenaturales en telepatía, capaces incluso de provocar la muerte. Están identificados por el gobierno y están separados en dos bandos que se odian. Rodada bajo el típico estilo de Cronenberg de bajo presupuesto, incide en una banda sonora desesperante (algo parecido a lo que hace John Carpenter), con una buena actuación del villano (Michael Ironside) y con un final ambiguo que no logra descifrar qué bando ganó. El guión no es sólido pero la originalidad de los personajes es suficiente para sostener la película. Cine de culto: odiado o amado.
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