(1982. Dir: Tommy Lee Wallace) A pesar de ser la tercera parte oficial de Halloween, no tiene absolutamente nada que ver con Michael Myers ni nada parecido. John Carpenter no la dirige pero si es co productor y hace la música. Basta con estos datos para que merezca ser vista y creo no equivocarme. Un fabricante de máscaras para Halloween tiene un plan malévolo: mediante unos chips en las máscaras eliminará a todos aquellos niños que las usen, siendo activado este chip el mismo día de Halloween, a traves de una publicidad subliminal en la T.V. Un doctor descubrirá el plan y tratará de salvarlos. La película esta realizada con el típico estilo de clase B de cualquier obra de Carpenter, siendo su sello original la música simplista y desesperante. Contiene escenas gore perfectas a pesar de un guión flojo y pobres actuaciones. No fue bien recibida por el público en su época porque todos esperaban más historias del asesino de la máscara Michael Myers. Con el tiempo esta película se transformó casi en una peli de culto. Lo mejor: su música y una decapitación. Lo peor: el final.
No hay comentarios:
Publicar un comentario