BLOOD: THE LAST VAMPIRE

(2009. Dir: Chris Nahon) Una coproducción entre Hong Kong & Francia logra un "remake" del anime del mismo título hecho en el 2000. Pero es aqui donde radica la razón por la que este film no fue de mi agrado. Todos los comics y/o animes tienen una magia distinta, una magia donde seres monstruosos, luchas inverosímiles y demás cosas pueden ser realizadas en dibujo y soportadas en el mismo. Pero si quieres trasladar lo mismo a la pantalla grande en personajes de "carne y hueso" se corre el riesgo de perder en parte o totalmente (como este caso) dicha magia. Una niña asiática (con ropa escolar obviamente, cliché y fetiche máximo para los orientales) es nada menos que una vampira pero al fiel estilo Blade, es decir, su misión es matar a todos los vampiros sobre la tierra, y lo hace con su espada samurai que carga en su inocente mochila. Ella es reclutada por una fuerza secreta gubernamental de USA y está en Tokyo lista para matar a sus enemigos. Hasta aqui el argumento incluso parece muy atractivo, pero un mar de efectos especiales defectuosos y batallas que no llegan a nada, hacen que el interés inicial se disuelva, peor aún con un final predecible y largo. Fue un intento pero lamentablemente fallido.